Según la legenda, Roma fue fundada por el descendiente de un troyano, Eneas. Sus descendientes, los gemelos Rómulo y Remo, fueron abandonados a su suerte en el río Tíber, por ser hijos de Marte. Afortunadamente, la cesta en la que iban quedó enganchada en un recodo del río, a los pies del monte Palatino. Una loba que pasaba por allí los encuentra y decide amamantarlos. En el 752 a.C., cuando ya son adultos, deciden fundar una ciudad; pero, tras una discusión por el poder, Rómulo teermina matando a Remo y funda la nueva ciudad de la que será rey en el monte Palatino: Roma.
Como todos los habitantes de su reino eran hombres, Rómulo trazó un plan para hacerse con las mujeres de la villa vecina, Sabina (el rapto de las sabinas). Cuando los sabinos intentaron rescatarlas, se dieron cuenta de que, al enfrentarse a los romanos, creaban un gran dilema a las sabinas; de modo que Rómumlo y el rey sabino (Tito Tacio) pactaron una diarquía. Después de la muerte del último, Rómulo quedó como único rey y realizó diferentes y victoriosas empresas bélicas.Rómulo quedó como único rey y realizó diferentes y victoriosas empresas bélicas.
Sin embargo, la realidad fue bien diferente. Los Latinos fundaron una villa sobre la colina del Palatino; allí se han encontrado restos de cabañas que datan del siglo VIII a.C.
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